El ingenioso pero ilícito atajo de los vendedores chinos en Amazon frente a los aranceles de EE.UU.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha provocado un aumento en los precios de tantos productos que la lista parece interminable. Sin embargo, el arancel del 145% impuesto por la administración Trump (y replicado por Pekín) afecta más a ciertos productos, y dentro de Amazon, este problema es más significativo para algunos vendedores en comparación con otros. Los chinos han encontrado una solución, aunque parece que no es legal.

Fraude oculto tras los envíos. Fortune lo informó en exclusiva el fin de semana. Las tarifas impuestas por la administración Trump a las importaciones chinas, que han alcanzado niveles tan elevados como ese 145% mencionado, han desestabilizado tanto a minoristas y vendedores estadounidenses en Amazon como a los fabricantes y distribuidores chinos que abastecen estas cadenas de suministro.

Ante este entorno comercial hostil, varios proveedores chinos han comenzado a ofrecer a sus clientes estadounidenses una “solución” sencilla pero ilegal: falsificar el valor declarado de los productos importados para reducir las cargas arancelarias. Esto representa un claro caso de fraude aduanero.

Ofertas ilícitas en el ámbito digital. El medio explicaba con ejemplos. A través de correos electrónicos y utilizando la plataforma WeChat (más tarde obtenidos por Fortune), al menos media docena de proveedores chinos propusieron a una marca estadounidense de productos para el hogar, con amplia presencia en Amazon, que subdeclarara el valor de sus importaciones. “Muchas empresas de Estados Unidos usan facturas con valores menores para facilitar el despacho de aduanas y reducir tarifas”, escribió uno de ellos.

Otro fue más explícito: “Podemos modificar el valor declarado en las facturas comerciales para ayudar con los costes arancelarios”. Al parecer, estas propuestas son frecuentes y se presentan como parte del trato habitual. En algunos casos, los proveedores ofrecieron utilizar el método de envío Delivery Duty Paid (DDP), donde ellos mismos gestionan la aduana y manipulan el valor declarado del envío, creando así una barrera entre el vendedor estadounidense y la aduana. Naturalmente, esto alivia la carga tributaria pero implica riesgos legales significativos.

Un desafío para los pequeños importadores. Según el informe, el fundador de la empresa estadounidense implicada (quien solicitó anonimato para proteger a sus proveedores habituales) expresó su preocupación de que muchas pequeñas empresas caigan en estas trampas sin entender las implicaciones legales.

Uno de sus proveedores informó que esta táctica es común entre competidores con sede en China. Según él, estas prácticas distorsionan el mercado: los vendedores chinos que falsifican el valor de sus envíos evitan los altos aranceles y obtienen una ventaja competitiva sobre los vendedores estadounidenses que siguen las normas.

De la sospecha a la confirmación. Las sospechas sobre este tipo de prácticas no son nuevas. Varios vendedores estadounidenses llevan tiempo denunciando que sus rivales en China podrían estar subdeclarando sistemáticamente el valor de sus productos importados.

El tema se intensificó la semana pasada en la comunidad de vendedores de Amazon tras una publicación de un consultor chino en LinkedIn, afirmando que “el valor declarado de un contenedor típico de China a Estados Unidos suele oscilar entre 5.000 y 10.000 dólares”, una cifra que los vendedores estadounidenses consideran muy baja, especialmente en categorías como “hogar y jardín”, donde los productos como muebles elevan significativamente el valor real.

Mantenerse dentro de la legalidad. ¿Opciones legales? Según Fortune, algunos proveedores chinos han comenzado a ofrecer pequeños descuentos en precios mayoristas como medida paliativa, aunque no resuelven el problema de fondo.

Otros consideran trasladar la producción a países con menores aranceles, pero reconocen que esta opción solo es viable a largo plazo. Mientras tanto, las ofertas ilegales parecen persistir. La combinación de tarifas punitivas