En 1971, la antigua Unión Soviética lanzó su primera estación espacial, Salyut 1, que permaneció en órbita durante 175 días. Desde entonces, el sector espacial no ha dejado de avanzar. En cambio, el fondo oceánico sigue siendo un territorio inexplorado, con alrededor del 80% sin mapear ni investigar, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Adicionalmente, diversos estudios han identificado minerales cruciales para la tecnología actual, y China ha empezado a explorar este ámbito.
En resumen. China ha comenzado la construcción de un laboratorio submarino a 2.000 metros de profundidad en el mar de China Meridional. Este proyecto se describe como una “estación espacial submarina” y se localiza en las aguas profundas de Guangzhou. Según ChinaDaily, seis científicos residirán allí durante más de un mes para investigar el ecosistema marino.
La base submarina. Como se ha explicado en la misma publicación, los investigadores se enfocarán en estudiar los ecosistemas de filtraciones frías, un fenómeno natural rico en hidrato de metano. Este gas es visto como una alternativa más ecológica a los combustibles fósiles tradicionales, aunque su extracción en aguas profundas presenta desafíos complejos. Paralelamente, el laboratorio también explorará minerales como cobalto, níquel y tierras raras, elementos esenciales para la industria tecnológica y energética.
Extracción arriesgada. Las operaciones en el lecho marino, especialmente en profundidades extremas, podrían causar daños significativos a los ecosistemas marinos. De hecho, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos aún no ha establecido regulaciones definitivas sobre cómo proceder con estas actividades; sin embargo, se están llevando a cabo estudios al respecto. Actualmente, la ISA está en proceso de redactar regulaciones para la extracción del fondo marino, mientras que las organizaciones ecologistas insisten en priorizar la protección de los océanos frente a los intereses comerciales.
¿Hay espacio para todos? El centro de investigación estará abierto a colaboraciones internacionales y se ha alineado con el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, según Global Times. Sin embargo, esta iniciativa podría intensificar las tensiones en el Mar de China Meridional, ya que China ha reclamado soberanía sobre gran parte de la región, lo que causa disputas con países vecinos que buscan explotar estos recursos. Además, algunos críticos del gobierno chino advierten que esta base submarina podría usarse como justificación para aumentar la presencia militar china en la zona.
El laboratorio submarino. Según el Confidencial, la estación estará conectada a una red de fibra óptica en el lecho marino y soportará presiones 200 veces superiores a las del nivel del mar. Los científicos permanecerán entre un mes y 45 días en esta estación, sin acceso a la luz natural. Asimismo, la base dispondrá de sumergibles avanzados, buques de superficie y equipos que permitirán un monitoreo cuatridimensional de la región. La fase inicial se centrará en la construcción de estructuras resistentes a la presión y sistemas de simulación.
Más allá de la IA y los vehículos autónomos. Como detalla el SCMP, la estación permitirá a los científicos realizar experimentos en tiempo real bajo condiciones extremas, algo que actualmente no puede lograrse con inteligencia artificial o vehículos autónomos. El director del proyecto, Chaolun Li, menciona que la iniciativa contribuirá al monitoreo ecológico y a la investigación experimental en el lugar, avanzando el conocimiento humano en estos entornos extremos.
Imagen | Proteus Ocean Group
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