LaLiga ha finalizado el proceso para renovar su producción audiovisual, estableciendo un cambio importante: Mediapro, que había liderado durante décadas, sale de escena para dar paso a HBS (Host Broadcast Services). Esta compañía suiza ha ganado tres de los cinco lotes propuestos.
HBS será la nueva responsable de transmitir mundialmente los partidos de Primera y Segunda División durante las próximas cinco temporadas, hasta al menos 2027, con retransmisiones en España a cargo de Movistar y DAZN. Este cambio impacta directamente en la producción.
La importancia del cambio. La producción es más que un complemento; es parte integral del producto. En un mercado global que compite por captar la atención del público, la calidad de la transmisión deportiva es fundamental, casi tanto como el evento en sí. LaLiga, que ha mejorado su propuesta en este ámbito durante años, busca posicionarse al nivel de la Premier y la Champions League.
Contexto. HBS no es nueva en producciones deportivas; desde 2002 ha estado a cargo de las transmisiones de todos los mundiales de fútbol, y ha trabajado en eventos como la Champions, Eurocopas y Juegos Olímpicos.
Su entrada en LaLiga está enfocada en mejorar la calidad técnica y las emisiones, implementando estándares internacionales y centralizando servicios clave.
Detalles específicos:
- HBS manejará la producción de partidos de LaLiga EA Sports y LaLiga Hypermotion (1ª y 2ª división), además de ofrecer servicios técnicos y centralizados.
- TSA (Telefónica Servicios Audiovisuales) será responsable del bloque de contribución y distribución, asegurando la transmisión de las señales a operadores nacionales e internacionales.
- Mediapro queda fuera del esquema después de ser el proveedor principal durante años.
Telefónica, que ya participa en la distribución de LaLiga y competiciones europeas, refuerza su posición como un pilar técnico en el ámbito deportivo. Aunque no es el actor principal, desempeña un papel crucial en el ecosistema que sustenta la experiencia del espectador.
No obstante. Uno de los cinco bloques, específicamente el de creación de contenidos, quedó sin adjudicar. LaLiga se reserva este segmento para integrarlo con otros contratos, probablemente buscando mayor control y flexibilidad sobre la narrativa que envuelve a su producto más valioso.
La gran incógnita. ¿Por qué este cambio ahora? Representa una etapa nueva para LaLiga: un mayor control, una mayor proyección internacional y una respuesta a las críticas, como las del Real Madrid, sobre el enfoque editorial de las retransmisiones. Hace seis años, el club ya había roto con Mediapro por estas razones.
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