El incidente ocurrió el 14 de febrero de este año. Un dron explosivo Shahed 136, fabricado en Irán y presuntamente lanzado por Rusia, dejó una gran “cicatriz” en la estructura de confinamiento del reactor 4 de Chernóbil. Esta estructura es considerada una de las mayores proezas de la ingeniería moderna y fue diseñada para contener la radiación del peor desastre nuclear de la historia. La cúpula de acero parecía impenetrable, pero nadie previó la posibilidad de un conflicto bélico.
Dos meses después, la “herida” sigue abierta.
El impacto. Como se mencionó, el dron cargado de explosivos golpeó la estructura de acero que cubre el reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil, la misma que explotó en 1986, desencadenando el peor desastre nuclear de la historia. Aunque el ataque no provocó fugas radiactivas, dejó una marca visible en la enorme cúpula de acero conocida como el Nuevo Confinamiento Seguro, generando temores de que Rusia pueda llevar su guerra a uno de los lugares más peligrosos del planeta.
Las autoridades ucranianas culparon a Moscú del ataque, mientras que Rusia negó cualquier responsabilidad. En el sitio, un numeroso grupo de técnicos continuó trabajando dos meses después intentando reparar los daños. La agresión no solo representaba una amenaza directa al entorno, sino que reavivó un fantasma geopolítico: Chernóbil, símbolo de la negligencia soviética, vuelve a ocupar un lugar central en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

La necesidad de reparación. La tarea es delicada. Así lo confirmó la ministra de Medio Ambiente, Svitlana Hrynchuk, quien afirmó que el gobierno está trabajando con expertos para restaurar la funcionalidad completa de esta estructura crítica. Hrynchuk enfatizó que la prioridad es mantener la seguridad nuclear y radiológica “bajo cualquier circunstancia”.
El desastre original. Chernóbil sigue siendo una herida abierta. El 26 de abril de 1986, una prueba fallida provocó una explosión en el reactor que liberó más de 100 isótopos radiactivos sobre Europa. La ciudad de Pripyat, que entonces tenía casi 50,000 habitantes, fue evacuada al día siguiente.
La zona circundante, hoy conocida como la Zona de Exclusión, se transformó en un territorio fantasma. El sarcófago original fue cubierto por una estructura multinacional de acero en 2016, con un costo de 2.200 millones de dólares, diseñada para durar al menos un siglo. El escudo, que se consideraba impenetrable, fue ahora dañado por la guerra contemporánea.

El Nuevo Confinamiento Seguro dañado
La invasión rusa y la ocupación. El 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala, sus tropas entraron a Ucrania desde Bielorrusia y tomaron el control de Chernóbil el mismo día. La escena fue de caos: los empleados evacuaron la central, mientras Sergey Kireev, director